Los insectos tienen una reputación dudosa entre los humanos. Pican y muerden, se arrastran por recovecos y son simplemente repugnantes con sus patas enjutas, antenas y ojos compuestos, según la opinión popular.

Los "bichos malos" quieren hacer algo contra su sigilosa desaparición. Con su banda del mismo nombre, recorren el país y luchan contra la destrucción de sus hábitats con una coraza dura pero un núcleo muy blando. Equipados con sintetizadores, guitarras eléctricas y sus voces, samplean el idiosincrásico sonido subterráneo del mundo de los escarabajos en lugares públicos y nos presentan su visión musical y accionista de las cosas. Reclaman nada menos que nuestra solidaridad en la lucha contra la destrucción de los hábitats naturales y permiten al público participar en la reorganización hacia un entorno diverso, vivo y habitable, en el que humanos y animales puedan sentirse igualmente a gusto.

La producción se desenvuelve con poco lenguaje, también es accesible al público a través de la música, las canciones y las acciones.

El tema de la biodiversidad y la amenaza a los hábitats constituyó la base para el desarrollo de la obra. En la investigación siempre participa el público destinatario, en este caso varias clases patrocinadoras y también los expertos de Marabú, un grupo de niños y jóvenes de entre 6 y 21 años. Los niños de las clases participantes han pintado escarabajos (de fantasía), que forman una parte importante de la producción y la escenografía. Los escarabajos reclaman su espacio (vital). El material teatral educativo y los talleres de teatro que lo acompañan animan a la gente a pasar a la acción y también ofrecen consejos muy prácticos sobre cómo crear un hábitat mejor para los insectos.

Teatro Marabú aborda repetidamente aspectos de sostenibilidad en sus obras. La propia sala del teatro, en el centro cultural Brotfabrik, utiliza electricidad verde desde hace muchos años.

En cuanto a la escenografía (escenario y vestuario), el teatro se esfuerza por tener en cuenta aspectos de sostenibilidad y garantizar la reutilización de materiales. Además, las producciones suelen estar en el repertorio varios años, por lo que la producción sostenible también está garantizada en cuanto al número de representaciones.

"Bad Bugs" es una coproducción de Theater Marabu, Theater Bonn y Beethovenfest Bonn en colaboración con el Instituto Leibniz para el Análisis del Cambio de la Biodiversidad, apoyado por el Fonds Darstellende Künste con fondos del Comisionado del Gobierno Federal para la Cultura y los Medios de Comunicación.

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